Textos para Canciones

Textos para Canciones

Nuestro Mejor Amigo (No. A)

Jesús es el mejor Amigo que alguna persona jamás pueda tener. Él les ama mucho a cada uno de ustedes. Les ama más y mejor que su propia madre o que su major amigo. Les amó tanto que murió por ustedes. Dios es puro y Santo y Él odia el pecado. Todos los seres del mundo han pecado y no pueden agradarle a Dios. Él dijo que el pecado tendría que ser castigado por medio de la muerte, pero su Hijo Cristo Jesús vino a este mundo y llevó la carga de nuestro pecado, muriendo en la cruz. Debemos estar muy agradecidos por esto y poner todo lo que esté de nuestra parte para complacerle. Debemos de amarle con todo nuestro corazón. Le amamos porque Él nos amó primero. No podemos amar a Dios o complacerle como es debido hasta que hayamos recibido a Cristo Jesús en nuestros corazones y creído en Él como el Salvador de nuestros pecados. Háganlo ahora mismo. Díganle, “Te recibo, Señor Jesús, como mi único Salvador,” después denle gracias por haberlos salvado. Cuando Él entre y esté en sus corazones, les ayudará a vivir una vida pura y buena. Entonces, pertenecerán a Él, y Él siempre cuidará de ustedes.

A Todos los que le Recibieron (No. B)

El Señor dijo, “A todos los que recibieron a nuestro Señor Jesucristo les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” ¿No le gustaría hacerse hijo de Dios ahora? Todo lo que usted necesita hacer es recibir a Cristo Jesús en su corazón y confiar en que Él es su único Salvador viviente. Cuando le reciba, Él le recibirá y usted estará en camino al cielo. Desde ese momento usted querrá vivir por Él, porque Él murió por usted.

Solo Un Mediador (No. C)

Hay solo un Mediador entre Dios y el hombre. Es Jesús. Jesucristo descendió del cielo a este mundo para salvarnos. Él es el único que puede limpiar nuestro pecado. Él mismo fue el gran Sacrificio. Él también es nuestro gran Sacerdote para con Dios. No debemos enfocar nuestra mirada hacia nadie más que hacia Cristo. Si nos dirigimos a otros para que nos salven o par que nos representen ante Dios, será un insulto para Cristo. Solamente Jesús nos puede salvar del castigo que es el infierno. Jesús vive ahora y Él es Dios. Si creamos en Él, Él nos limpiará de todos nuestros pecados por medio de Su sangre. Vuélvanse a Jesús ahora y pídale que les perdone, y así cuando mueran, sus almas se irán directamente al cielo. Y vivirán felizmente con Cristo para siempre.